Terminamos de comer y como no, guitarra, cajón y timbales tenían que estar presentes a la fuerza. Mi compadre Antonio me decía hasta ese momento Lui. Lui cántate algo, venga maricona...y yo que no hace falta que me lo digan dos veces, empecé a cantar y ya no paré... Pues después de un ratito habiendo contado chistes y cantando les dije a todos los que estaban sentados, esperarse un momentito que ahora vengo. Me fuí hacia una habitación de allí, vi una chaquetilla magnífica y muy pitinguera y dije, ea, ya la hemos líado. Me quite lo que llevaba encima y me puse esa chaquetilla y me peine como el, como Pitingo, salí cantando una canción suya y nadie se lo esperaba, imaginarse las risas, los gritos, en fin...aquello fue genial.
Mi compadre, que toca de arte, empezó a tocar por Pitingo y yo a imitarlo cantando canciones suyas, y hasta altas horas de la noche no paré de recordar a ese tal Pitingo, porque ahora el conocido por todo el mundo es, Luitingo.
Así nació el personaje de Luitingo, del arte, del humor, de la gracia y la fusíon entre Luis y Pitingo...
30/10/09
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